lunes, 29 de febrero de 2016

Caja carcomida

A veces sueño que el vacío no duele,
que el vacío es una caja
de madera carcomida,
con mariposas de alas tristes.
Me dijeron que el amor,
era como suspirar de alegría tan fuerte,
tan fuerte, que el pecho se te llenaba de flores blancas.
Y digo hoy, que he descubierto,
que las flores ahogan al principio,
y escasean con el tiempo.
Que las flores te llenan,
y cuando te acostumbras, quieres más.
Llega el día en que las flores se marchitan.
Pero tú, quieres que te llenen. Lo necesitas.
Te empiezas a llenar de flores cada vez más marchitas.
Y poco a poco, te pudres. Sabes que deberías parar.
Pero tienes la esperanza de que las flores te vuelvan a llenar de alegría, algún dia.
Y no. Todo acaba con gusanos.
Y me quedo vacía. Las mariposas ya se han ido.
¿Y mi interior? Soy una caja carcomida por gusanos.
Soy una carcasa vacía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario