viernes, 13 de febrero de 2015

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Corrió hasta la casa a la que nunca nadie entraba.

"Chico, lo siento, que esa casa está abandonada, y con el roce de una pluma se desmorona,
como un árbol en otoño, cómo aquel montón de nieve de aquella cima, como un corazón enamorado".
Y siempre intentó evitarla, por miedo a aquellas habladurías.

Pero decidió ir, a ver si entre sombras encontraba a quién amaba,
a ver si encontraba quién era,
pues sólo ese sitio le faltaba.

Llegó y sólo encontró una habitación, con un armario viejo con un espejo, unos cajones, y nada más que aire y polvo, y probablemente ratas, escondidas de la amenaza que supone el exterior.

Y al mirarse al espejo, vio detrás la sombra, y sonriendo, se quedó mirando.
Ella se acercó, con las manos llenas de sangre y de flores, tanto en sus manos como en su cabeza, y en su pelo.
Sus vaqueros rotos y sucios, tan rotos que se le veían las cicatrices y el vello.
Manchas de sangre en su entrepierna indicaba que había permanecido varios meses encerrada.

El cuchillo pasó como un águila al lanzarse a la caza, y con tanto ímpetu que rajó el espejo, y acto seguido pegó un grito, y los dos comenzaron a sangrar del hombro.

"Eh, tranquila, que locos están muchos."
"Yo no estoy loca, si no con pánico."
"Yo te amo igual."
"¿Quién coño eres?"
"¿A caso eso importa?"
"Que me ofreces."
"Victoria. Porque no te conozco, y ya te amo."

Y lanzó una piedra contra aquel espejo, y su reflejo; contra el reflejo de los más grandes y puros miedos, contra el reflejo de aquella niña encerrada durante ocho meses vigilando que de allí no saliesen y se arrastrasen con cuchillos largos aquellos monstruos hasta su cama.
Mejor no quitarles la vista, a darte la vuelta y recibir un hachazo en el cuello; y cuando tiró la piedra, el miedo y el espejo se hizo mariposas volar, los dos gritaron, y los dos sangraron, y ella perdió el conocimiento.
Cuánto daño hace el miedo, y cuánto controla.

De allí en brazos la pudo sacar, a la chica que amaba, con sólo ver que en aquel espejo sólo había un miedo, un valiente, y terrible miedo.

El miedo a la humanidad.