miércoles, 26 de abril de 2017

No pasa nada, en serio

Nunca entendió como pasó.
Se sentó en la roca del acantilado y abrió el libro por la página cincuenta y tres.
Sin embargo el mar de letras no consiguió distraerla de sus estrellas (fugaces). Un naufragio tenía lugar en la línea veintiséis y un gran hueco se abrió entre las páginas.
Intentó frenarlo, barriendo las palabras hacia ella e intentando buscar el orden que habían perdido pero no supo cómo, las palabras formaron un "¿Y qué pasa si le quiero?".

No.
El libro no trata de eso.
Trata de alienígenas, que van y vienen, que huyen, se esconden, de nosotros y lloran de miedo. 
No tiene sentido.

Saltó de página, a pesar de que el lazo que unía aquella historia se había roto en el momento de hundirse el barco entre las páginas. Estaba perdida. Y sola. Ante sus pensamientos.

Leyó palabras sueltas.
Nave.
Casco.
Morado.
Amor.
N701.
Oeste.
Hijo.

Una sonrisa apareció delante de ella.
Se congeló el tiempo. Y el libro resbaló entre las manos y cayó a la tierra. 
Salió corriendo y aterrizó a su lado.

¿Cuándo había ocurrido? ¿Cuándo aquella persona se había metido en su cabeza? ¿Por qué la sonreía?
Lo peor eran sus ojos.
Brillaban oscuros y sonreían incluso más que la propia sonrisa. Calaban como un cubo de agua fría en verano.
Sorprende, te congela, te deja sin respiración, te da risa y después te sientes tan cómoda.
Tan cómoda...
Entre sus brazos encontré mi descanso tras no dormir en un año. 
Y sus labios, eran la perfecta mezcla entre novedad y casa.

Sin embargo, soñar con su sonrisa era lo único que hacía. Imaginar palabras susurradas al oído, era su canción antes de dormir. Recordar sus caricias, su más preciado castigo.

¿Cuándo ocurrió esto? Nadie sabe.

Pero tenía que huir. ¿Verdad que sí? Cada uno ama a su manera. Cada uno ama cuando tiene tiempo. Y ella no podía permitirse amar, siendo tan débil.

Cerró las puertas con llave y bajó las persianas. Recogió el libro del suelo y comprobó que el naufragio se había dado en lo más profundo de su mente y que su libro seguía intacto.

Olvida.
Respira.
Levántate del sueño, digo, suelo.
Sigue adelante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario