martes, 25 de marzo de 2014

Esa chica, ¿la ves?

¿Véis a esa chica? Esa que ahora mismo está sonriendo, ¿la véis?
Está feliz. En este momento, está feliz.
Es una chica normal, no es de esas chicas perfectas. Inteligentes, guapas, divertidas, fiesteras, sonrientes. Felices.
No, no es de ese tipo.
Tampoco es de ese tipo de chicas a las que todo les va mal, de esas chicas que no tienen amigos, de esas chicas que nadie quiere aceptar.
Es más bien un punto medio, pero no está cómoda. No siempre. No sabe. No tiene ni idea, de nada.
Su cabeza es un océano de pensamientos, positivos, negativos; felices, tristes; de placer, de dolor; de sonrisas y lágrimas.
¿Sabéis qué? Esa chica se siente sola. Siente que nadie la entiende. Que no puede contar con nadie.
Siempre será esa chica, la que, digamos no es necesaria.
Es una chica comodín. En todos sus aspectos.
Es un punto medio. La gente la quiere pero siempre hay alguien más por encima.
Ella nunca es la primera pero tampoco es la última.
Siente que no tiene identidad, eso es raro ¿no?
No sé. Todo el mundo sabe quién es, ¿verdad? Sabes qué te gusta, qué no.
Sabes qué quieres hacer. Tienes claro que vives para algo. Ella no.
Ella ya no es una niña. Ni le gustaría serlo. De hecho, querría ser más mayor.
Esa chica es de las que sienten demasiado. Las que sienten la alegría hasta llorar y la tristeza hasta desear morir.
Esa chica está enamorada, y por lo tanto asustada.
También tiene miedo a la soledad. Miedo a perder a la gente a la que quiere. Miedo a no poder cumplir sus sueños. Miedo a que la vida pase muy despacio, o muy deprisa.
Es una chica confusa. Se preocupa demasiado por las cosas, y cuando no tiene por qué preocuparse, se pone a pensar en más cosas preocupantes.
Es de esas chicas que no se le da bien nada. No sabe cantar, no sabe escribir, no sabe dibujar, no sabe hacer nada especial.
Es una chica celosa, pero no de esas chicas celosas que luchan con uñas y garras por lo que quieren. Es de esas chicas celosas que se van alejando, hasta meterse en un rincón a llorar, hasta desaparecer y dejar de incordiar en la vida de alguien que ya no la prefiere.
Es de esas chicas que besan la sonrisa de la persona a la que quieren, que con solo verlo sonreír ella sonríe aunque en realidad se ahogue por dentro.
Siempre hay una chica a su alrededor más guapa, más sonriente, más feliz, más inteligente y a la que la gente suele preferir más que a ella.
Es una chica que se entristece al ver el vaso medio vacío, cuando en realidad le gustaría ser de las chicas que no se paran a observar un estúpido vaso.
Es de esas chicas que de tanto en tanto lloran. No sabe por qué, y si lo sabe no lo cuenta. Para qué molestar a la gente con pensamientos sin importancia. Con las pesadillas que rondan su cabeza mientras anda despierta. No las sabe parar. Le gustaría golpearse la cabeza y perder el conocimiento solo para poder parar las pesadillas.
No entiende qué sentido tiene la vida si vas a reír una vez por cada diez que llores.
Es una chica que no sabe que hacer para darse a entender. Es esa chica que se siente sola.
Pero bueno, mírala. Ahora está feliz.
Esta sonriendo. Justo en este momento. Que chica más extraña.

2 comentarios:

  1. Si,, la vemos pero que no se esconda en el banco de madera del parque, ni en el oscuro rincón de la cafetería. Necesitamos chicas como ella también, porque todos los colores son necesarios para colorear esta vida. Acepta al amarillo, al rosa al rojo, y si tu eres el verde no te escondas por no ser igual a ellos, sólo muestrate , sino los cuadros salen muy monótonos

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